El día 20 de noviembre se eligió como el día para conmemorar y recordar los derechos de la infancia. No se trata sólo de los derechos de mi hijo o mi hija, que vive en la sociedad occidental, sino los derechos de todos los niños del mundo, donde aún hay muchos derechos a cubrir.
Es fácil argumentar que la situación de crisis que vivimos ya está empezando a hacer que se tambaleen los derechos básicos de los niños y niñas (y de los mayores). Pero hay muchos derechos que, cuando pertenecemos a una familia (que, por cierto, ya es uno de los derechos de niños y niñas), está en nuestra mano aportarlos o no a nuestr@s hij@s. Por ejemplo, el derecho a jugar. ¿Realmente estamos compartiendo tiempo de juego con los nuestros, con pequeños, con mayores...? ¿Realmente nos ponemos a su altura y disfrutamos de sus cosas? Nadie nos puede negar ese derecho, sino que somos nosotros quienes podemos ejercerlos.
Save the Children realizó hace tiempo unos documentos adaptados por edades en cuanto a los derechos de los niños y niñas. Os animamos a leerlo primero las madres y los padres, y a verlo después con vuestros hijos. Podéis encontrar estos documentos en SAVE THE CHILDREN.
Hemos oído a muchas madres y padres hablar sobre cómo ahora se recuerdan de una manera muy frecuente los derechos de la infancia, pero no se recuerdan sus obligaciones. Después de leer los derechos, quizá tendríamos que plantearnos si, dentro de la educación de los niños y las niñas, estamos implicándoles haciendo que tengan responsabilidades. Parte de la educación implica que hagamos a nuestros hijos e hijas seres independientes y autónomos, y eso implica también hacerles partícipes de sus responsabilidades.
Os dejamos un documento que para nosotras es importante en cuanto a los derechos de niños y niñas.
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